Friday 7 February 2014

Somos seres humanos por lo tanto somos humanos.


El título de esta entrada podría sonar redundante, pero lo obvio no suele ser lo suficientemente obvio.
Generalmente cuando hay guerras o situaciones sociales que ponen en peligro la seguridad de terceros, los noticieros, gobiernos y/o autoridades, activistas de paz, etc. nos recuerdan constantemente encontrarnos con nuestra parte humana y perdonar para poder alcanzar la paz.
Pero ¿En qué consiste nuestra humanidad? o mejor dicho ¿en qué consiste nuestra percepción de la humanidad? ¿en ser morales, cuidar de los demás, recordar que todos somos hermanos y vivir en paz? La humanidad no sólo es eso, sino también todos esos comportamientos "malos" que tenemos, como  provocar guerras, crear tecnología cuyo único propósito sea matar, destruir nuestra naturaleza.
Todas esas características nos conforman, desde las que nos permiten desarrollarnos personalmente, crear vacunas y buscar la paz, así como también las conductas auto-destructivas que nos llevan a ocasionar pleitos. Nuestra humanidad consiste en poder perdonar y también no poder hacerlo.
Pero y cómo puedo perdonar al gobierno que es culpable de la situación mediocre económica del país, cómo puedo perdonar a la persona que me violó, cómo puedo perdonar a las personas que con intención y sin intención de hacerlo me han herido desde solo haberme lastimado con las palabras hasta haberme golpeado, cómo puedo perdonarme por dejar que las condiciones me determinen.
Estoy de acuerdo con las investigaciones que realiza Enright sobre el perdón en las cuales dicen que perdonar no es obtener venganza ni condonar a las personas de su castigo y mucho menos olvidar la transgresión. Sino por el contrario recordar como herramienta para perdonar es muchísimo más útil que el olvido o condonar. Recordar nos permite construir nuevas relaciones que obstaculizan la repetición del daño*1.
Retomando que lo que nos caracteriza como humanos son esas cosas "buenas" y "malas", también nos puede ayudar a perdonar, ya que cuando nos suelen lastimar tenemos la costumbre de deshumanizar a nuestros victimarios, llamándolos animales, cuando ellos son igual de humanos que nosotros, humanizarlos a ellos y a esas conductas hostiles nos permitirán darnos cuenta que cada quien, hasta tú mismo puedes cometerlo. Y si crees que tu no lo harías y estás seguro de tener una moral íntegra.. Milgram muestra en su experimento que la obediencia se convierte en un proceso automático para el niño y es muy posible que se mantenga en la edad adulta, entre las principales conclusiones de sus estudios, Milgram observa que "aquella persona que, por convicción interna repudia robar, matar o agredir, puede describirse a sí misma realizando esas acciones con relativa facilidad cuando son ordenadas por alguna autoridad. En otras palabras conductas que son inimaginables para un individuo que actúa por su propia voluntad pueden ser ejecutadas sin ninguna indecisión si son realizadas con la finalidad de cumplir órdenes". (Milgram, 2009, p.19).
Por lo tanto creo que cualquiera podría realizar actos que diariamente castigamos y juzgamos, lo ideal sería evitar que volviesen a suceder, y eliminar la posibilidad de realizarlos por medio de la desobediencia.
La desobediencia lleva un proceso cognitivo mucho más complicado que la obediencia. Te lleva a ser un poco o un mucho más consciente de las cosas que hacemos, cuesta más trabajo pero de la misma manera los resultados lo valen. Tu cerebro tiene la capacidad de llevar a cabo un proceso cognitivo más complicado como es el de desobedecer y perdonar, pero... ¿tu voluntad tiene la capacidad?

"Hasta qué punto un poco de humanidad vale más que todas las reglas" Piaget

Laura Flores Vidal

1*Alfonso Feliipe Díaz Cárdenas, María del Rayo Sankey García, Ana Luz Ramos Soto, Beatriz Adriana Sabino Moxo. (2013). Modificando la práctica educativa y social a través de la investigación. Mexico: Umbral.

No comments:

Post a Comment